Diego, la tortuga gigante de la isla Española que vivió en EE.UU. y que tras su regreso al archipiélago ecuatoriano de Galápagos ayudó a salvar su especie al procrear 800 hijos, retornará este 2020 a su hábitat. Su retorno está planeado para marzo próximo, una vez que se han recuperado las condiciones del hábitat y de la población de tortugas en la Isla Española.
Árida, pequeña y de fácil acceso, la isla Española, situada en el sureste del archipiélago, perdió años atrás casi la totalidad de las tortugas principalmente a manos de piratas.
Antiguamente, el archipiélago era un refugio para piratas y balleneros que se abastecían de alimento en el sitio y se llevaban en sus barcos a las tortugas gigantes que podían «sobrevivir hasta un año, o incluso más, sin comer ni beber». Con el paso de los años, lograron llevar al centro de reproducción en la isla Santa Cruz a catorce tortugas y repatriar a Diego de un zoológico en San Diego, hasta donde fue llevada en los años treinta.
En Española hay varios animales, como iguanas y lobos marinos, piqueros pero la presencia de las tortugas es indispensable para la supervivencia de otras especies, como los albatros. Esas aves requieren características especiales para llegar o despegar y, precisamente son las tortugas las que abren espacios.
En 1976 Diego fue reclutado para el programa de reproducción de las tortugas de caparazón tipo montura. Al momento, Diego está en «buen estado de salud».
Con el retorno de Diego a su hábitat concluye el programa de reproducción en cautiverio de Española y ahora será la naturaleza la que guíe a esas tortugas en Galápagos.
Fuente: El Comercio.com